En esta ocasión Cantabria Responsable focaliza su esfuerzo con las empresas públicas de Cantabria y lo hace con el apoyo técnico de Forética, una organización referente en herramientas de gestión de la RSE integrales, que permiten la implantación, medición y verificación de valores y conductas de la empresa en sus operaciones y relaciones con el entorno.
Los objetivos que persigue la Dirección General de Trabajo de Cantabria con este proyecto son acelerar la agenda de la RSE en la Comunidad Autónoma, integrar y desarrollar una cultura favorable a la RSE en los entes públicos de la región, posicionar a Cantabria a la vanguardia de la RSE en España, dotar de conocimiento y herramientas a una selección de organizaciones del ámbito público y desplegar una estrategia de comunicación sobre la RSE desde el gobierno de Cantabria.
Para obtener estos objetivos, Cantabria responsable ha trabajado en un proyecto con las empresas públicas de Cantabria MARE y CANTUR. Un proyecto que estructura en cuatro fases: Identificación de los aspectos materiales y relevantes en materia de RSE, diagnóstico de la situación de partida mediante un análisis interno, propuesta, desarrollo y aprobación del plan de acción, e implantación del plan de acción y medidas en RSE.
Desde el Gobierno de Cantabria se valora muy positivamente el esfuerzo que han llevado a cabo las empresas participantes y creemos que el proyecto ha sido satisfactorio y ha cumplido los objetivos previstos. A modo de resumen estos son algunos de los principales resultados:
CANTUR, su punto de partida fue la creación del Comité de Responsabilidad Social Empresarial encargado de marcar las pautas para desarrollar las acciones que se enviaron como recomendaciones. Se comenzó con la configuración de un Código Ético y desde el Departamento Técnico se han desarrollado unas pautas de actuación en materia de medio ambiente y sostenibilidad. También se ha hecho un compendio de las acciones realizadas en materia de acción social, y consolidado las intenciones de realización de futuras actividades en este área.
Luis Zabalza, responsable del Área de Gestión en Cantur, comenta que Cantabria Responsable ha sido “un reto y una oportunidad”. “Hemos descubierto que muchas de las cosas que hacemos y con las que colaboramos desde hace mucho tiempo están dentro del campo de la RSE, por lo que hemos podido darles nombre y enmarcarlas dentro de una estrategia general. De esta manera podemos desarrollarlas con mayor sentido, ampliarlas y darlas a conocer, tanto entre nuestros clientes y proveedores como a nuestro propio personal”.
Zabalza afirma que en la actualidad la RSE “no está totalmente integrada” en la empresa pública pero añade que lo están haciendo “poco a poco”. “Hemos comenzado con un decidido apoyo por parte de la Dirección de la empresa, nos queda el reto de seguir avanzando para llegar a implicar de una forma efectiva a todos nuestros trabajadores y clientes”, señala. Con este proyecto puesto en marcha desde la Dirección General de Trabajo de Cantabria esperan obtener un mayor reconocimiento de lo que hacen, tanto a nivel interno como externo. “Cantur es una empresa con varias instalaciones, muy alejadas unas de otras por lo que las iniciativas y actividades de una instalación no son conocidas ni compartidas por las demás”, dice. “Por otro lado, muchas de las instalaciones que gestionamos son un importante foco de atracción de turismo y motor económico de las zonas en las que están localizadas, por lo que se cumple una de las premisas importantes de la RSE: la creación de Valor Compartido”.
MARE también ha avanzado de manera importante. Lo más destacado es la elaboración y publicación de una Política de Gestión Ética y Buen Gobierno. Además, se ha hecho un buen trabajo de identificación y organización de las acciones y actividades que se vienen desarrollando en la empresa. Cabe valorar la visión a medio-largo plazo establecida a través de una serie de compromisos como la constitución de un Comité Interno de RSE, la definición de un modelo de diálogo con los grupos de interés o la elaboración de una memoria.
Para el jefe de Recursos Humanos de MARE, Esteban Gutiérrez, participar en este proyecto ha supuesto “conocer y catalogar acciones que veníamos realizando durante mucho tiempo que eran RSE desde sus inicios. Nos ha permitido un acercamiento a la RSE notable a pesar de que las acciones que se han llevado a cabo y que se están haciendo son propias de la RSE”. Gutiérrez explica que la propia actividad de MARE lleva implícita la condición de empresa responsable por lo que las acciones están perfectamente integradas en la actividad, aun cuando “no éramos conscientes de que eran acciones de RSE”. En cuanto a beneficios reportados como empresa, en MARE lo tienen claro: “avance en cuanto a la transparencia en la gestión, una mejora en la imagen pública dentro de la sociedad de Cantabria, y ampliar la participación de las personas ajenas a la empresa en aquellas acciones en las que se ha promovido la participación ciudadana, como campañas de sensibilización, etc.”.
En una segunda fase, se ha puesto en marcha un taller de trabajo para incorporar a este proyecto de Responsabilidad Social Empresarial a otra empresa pública de la región: 112 Cantabria. A día de hoy se están evaluando los puntos de mejora y las acciones a implantar. Desde la empresa prevén que para finales de 2015 “ya nos encontremos en disposición de tenerla totalmente integrada”. Así lo asegura Jaime Rodríguez, director gerente de 112 Cantabria, quien confirma que gracias a Cantabria Responsable se han puesto de manifiesto numerosas actividades que la empresa aportaba a la sociedad cántabra de las que “no éramos conscientes”. “Del mismo modo ha supuesto establecer alianzas, desarrollar proyectos y colaborar con el resto de empresas públicas en su implantación. Por último con el análisis se han detectado puntos donde debemos mejorar para acercar más la entidad a la sociedad”, afirma. Para el director gerente, la integración de la RSE en la estrategia de la empresa “refuerza el compromiso de transparencia; refuerza el dialogo con los proveedores; facilita la actuación, prioridades y planes futuros de sostenibilidad; ayuda a la identificación de los puntos conflictivos; y contribuye a reducir la inestabilidad y la incertidumbre de la empresa y de los trabajadores”.